¿Por qué no te callas?

Eso mismo me pregunto yo. Hay que ver el revuelo que han tenido estas palabras que todos hemos pronunciado alguna vez. Pero, claro, el contexto y la persona en concreto que las ha pronunciado las ha convertido en un auténtico esperpento diplomático.

Chávez la ha liado y además ha liado con ello a Zapatero -¡el cual estaba nada más y nada menos que defendiendo a José María Aznar!- y a el Rey don Juan Carlos. Ha perdido los nervios, simplemente, pero no debería haberlos perdido. Ahora Hugo tiene a los medios de comunicación comiendo de su mano y esperando cada una de las rencorosas palabras que salen de su boca.

En fin, que a la pregunta "¿por qué no te callas?", Hugo Chávez ha respondido hablando más y más, y más, y más. ¡Ah! Y más. Y es que estos políticos son como niños.

Luego ha salido Rajoy, líder del PP, y ha agradecido públicamente a Zapatero la defensa que ha hecho de su Presidente de Honor. Pero no ha dudado en aprovechar la circunstancia para girar la tortilla en un acto que ronda la traición y asegurar que esto se ha producido por culpa de la política exterior del gobierno.

Queda claro que el único culpable ha sido Chávez y su falta de educación. Los demás han sido víctimas. Y algunos carroñeros se han alimentado de los despojos.

Bueno, intentaré no tocar temas políticos en próximas entradas porque no es algo de lo que me guste hablar, es demasiado peliagudo y poco transparente. De hecho a veces no puedo evitar preguntarme...

¿Por qué no se callan?

¡Hasta la próxima chispa!